Capturar el amor de Ángela y Óscar en el bosque, mientras el atardecer teñía el cielo de tonos cálidos, fue simplemente mágico. Cada rayo de sol que se colaba entre los árboles parecía estar ahí solo para ellos, iluminando sus sonrisas y sus miradas llenas de complicidad. Fue un escenario perfecto para que su amor brillara, creando recuerdos que quedarán grabados para siempre. La combinación del bosque y el atardecer fue espectacular, pero nada se comparó con la conexión tan especial que compartieron durante toda la sesión.