Capturar la boda de Cata y Oscar fue como presenciar un hermoso cuento de hadas hecho realidad. Desde sus días en el colegio, su amor ha crecido y florecido, convirtiéndose en una historia que merecía ser inmortalizada en imágenes. Verlos caminar juntos hacia el altar, con la emoción reflejada en sus rostros, fue un momento que jamás olvidaré. La ceremonia fue un testimonio de su conexión genuina, llena de risas, miradas cómplices y promesas eternas. Fue especialmente conmovedor cuando un amigo cercano a la pareja se puso a tocar una canción que hablaba de su historia, llenando el aire con una melodía que resonaba en el corazón de todos los presentes. Esa música, cargada de recuerdos y sentimientos, hizo que el ambiente se tornara aún más mágico. A través de mi lente, pude capturar no solo su amor, sino también la alegría y el apoyo de sus amigos y familiares. Cada sonrisa, cada lágrima de felicidad, y cada abrazo, contaban la historia de dos almas que se han encontrado y que, finalmente, estaban listas para comenzar este nuevo capítulo juntas.