Lurlen y Miguel celebraron su amor en una boda encantadora en Galilea Campestre, rodeados de la tranquilidad y belleza del lugar. Fue una boda llena de momentos íntimos y románticos, donde cada detalle reflejaba el profundo amor que comparten. Capturar las miradas cómplices, las risas sinceras y los abrazos llenos de cariño fue una experiencia maravillosa. En este entorno natural, con una atmósfera relajada y llena de emociones, logré congelar en imágenes la esencia pura de su amor, dejando un recuerdo imborrable de este día tan especial.